jueves, 5 de enero de 2017

INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EDUCACIÓN INFANTIL

En esta publicación trataré un tema que en la actualidad se va teniendo cada vez más en cuenta pero que todavía deja mucho que desear en mi opinión. 
Cuando los niños llegan a este mundo llegan sintiendo las emociones de los demás, son empáticos. Para que esta empatía no acabe en el olvido es necesario potenciarla desde que son pequeños y trabajar en ella durante todo el crecimiento. La educación emocional debe estar presente en la crianza infantil tanto en las familias como en las escuelas.
Junto con el desarrollo físico y cognitivo, cada niño progresa a través de diferentes fases de desarrollo emocional. Podría decirse que todos los niños difieren en su desarrollo individual y es que parece ser que los padres suelen tener poca información sobre el desarrollo emocional, a pesar de que admiten que saben que ellos tienen una gran influencia en el desarrollo emocional de sus hijos.
La educación emocional está basada en la Inteligencia Emocional (IE) y se refiere a un grupo distinto de capacidades mentales en los que las personas son capaces de:
  • Percibir, evaluar y expresar sus emociones
  • Utilizar las emociones para facilitar el pensamiento
  • Entender los antecedentes y consecuencias de las emociones
  • Regular las emociones en uno mismo y en los demás

Todas estas capacidades pueden y deben aprenderlas los niños en su desarrollo, y deberían ser competencias emocionales obligatorias tanto en las familias como en las escuelas. Las competencias emocionales de los niños pequeños son necesarias para conocer sus propias emociones y las de los demás, para que sean capaces de regular sus emociones y expresarlas con asertividad. Todo esto contribuye a una buena adaptación social y académica.
Mº José piensa que un niño que ha crecido teniendo como base una buena educación emocional crecerá en confianza consigo mismo, será capaz de saber que tiene capacidades, aprenderá de los errores, tendrá buena autoestima, será una persona asertiva, tendrá buenas habilidades sociales, tendrá buenas habilidades para resolver los conflictos, será capaz de enfrentarse a los desafíos diarios y podrá de comunicarse con los demás (y consigo mismo) de forma exitosa. Las emociones son las encargadas de determinar cómo afrontamos la vida y por eso tienen un papel tan importante en la vida de las personas, pero sobre todo, en la vida de los niños.
Los niños que viven en un ambiente donde sus padres y en la escuela tienen muy presente la educación emocional como base ante cualquier aprendizaje social y académico, podrán tener mejores capacidades para poder desenvolverse de forma exitosa en sociedad. (Roldán, 2016)
Para trabajar la inteligencia emocional y conocer las diferentes emociones, podemos utilizar un recurso literario que yo utilice en mi periodo de prácticas. En este caso es el cuento de "El monstruo de colores".